Alicia Silva Rey
EL PODER DE UNOS LÍMITES
Para lo sin padre
1-
Una gata es sin padre.
Como los colibríes y los caballos.
Lame el agua de un plato hondo
metálico y a la vez elabora
fuentes intangibles.
2-
Una mujer sin padre cae en mi umbral
como una hoja al viento. La huelo dulce y fría.
Erguida sobre las patas posteriores,
ramonea como la gacela de Waller
(o gacela-jirafa), las plantas espinosas.
Algunas emociones la ponen más clara o
más oscura, amarilla o rojiza con una
mancha negra como de iguana joven.
Anda en la arena, la excava,
peligrosa como un elápido,
su veneno es arma de doble filo.
La nariz y los ojos emergen
mientras el resto del cuerpo despunta
bajo las aguas. Su plumaje
de adulto no ha llegado, aun caza
sola en el lento crepúsculo.
Como los lemings,
cae de las nubes los días de tempestad.
Relicario de faunas remotas
ha conservado su determinación
nativa. A merced de olas altas,
especie de medusa, segrega
un ectoplasma de larguísimos
filamentos.
Rupestre, roja, perra solar,
una curiosidad sin límites
acelera
su muerte.
3-
Escucho voces en el silencio
de la planicie o pampa.
Hablan las almas muertas y vivas
que han sido conmigo en mí.
Esa primera persona donde confluyen
río y mar, dos órdenes o filiaciones,
recuerda.
Se dice de mí: "por qué el tú".
Porque ahí nace el plural.
Estoy en el vestíbulo de mi ojo por primera vez.
Una pequeña judía de la estepa
que subsiste en el bosque consumiendo raíces
(se hizo quitar el lunar de la espalda porque su varón era lento e impresionable),
trató de entrar a la antigua luz
por la fuerza y prendió velas rústicas
para incendiar su lista de mortificaciones.
(declinar latines en lenguas de pastores;
habitar casas que otros habían olvidado incendiar).
Ese resto de sí era una horquilla de oro.
"Alondra", murmuraba.
Ninguna cosa era ya comestible
y sus maestros habían usado con ella
la vara de azotar.
(c) Alicia Silva Rey
Quilmes
Provincia de Buenos Aires
República Argentina
Inéditos, 2017.
Alicia Silva Rey nació en Quilmes, provincia de Buenos Aires, en 1950. Es docente de enseñanza primaria (maestra y bibliotecaria escolar).
Escribió: La mujercita del espejo (1985); Fragmento de correspondencias (1996-2003); Cartas a la iguana (2012); la Pared al Padre, novela (2013); “Lazos de amor”, relatos (2013); “Boleros”, 2015.
Publicó: La solitudine (Bs. As., CILC, 2009), (circa), Buenos Aires, Años Luz, 2014, Partes del campo (2015), Ediciones de la Eterna, Col. El carterista de Bresson, San Miguel de Tucumán- Buenos Aires, La mujercita del espejo (editada por primera vez en formato libro), Ediciones de la Eterna, Col. El carterista de Bresson, San Miguel de Tucumán – Buenos Aires, 2015; Orillos, editado en E-Book por Barnacle Libros, Buenos Aires, 2015 http://issuu.com/barnacle-book/docs/silvarey,
“En las vísperas del fin del verano”, Colección Poetas Argentinas, Biblioteca de las Grandes Naciones, País Vasco, España, 2016. E-Book http://www.calameo.com/books/004541853be8997637bf2
Para lo sin padre
el mundo será siempre un desconocido.
Versión de un poema de Marianne Toussaint.
1-
Una gata es sin padre.
Como los colibríes y los caballos.
Lame el agua de un plato hondo
metálico y a la vez elabora
fuentes intangibles.
2-
Una mujer sin padre cae en mi umbral
como una hoja al viento. La huelo dulce y fría.
Erguida sobre las patas posteriores,
ramonea como la gacela de Waller
(o gacela-jirafa), las plantas espinosas.
Algunas emociones la ponen más clara o
más oscura, amarilla o rojiza con una
mancha negra como de iguana joven.
Anda en la arena, la excava,
peligrosa como un elápido,
su veneno es arma de doble filo.
La nariz y los ojos emergen
mientras el resto del cuerpo despunta
bajo las aguas. Su plumaje
de adulto no ha llegado, aun caza
sola en el lento crepúsculo.
Como los lemings,
cae de las nubes los días de tempestad.
Relicario de faunas remotas
ha conservado su determinación
nativa. A merced de olas altas,
especie de medusa, segrega
un ectoplasma de larguísimos
filamentos.
Rupestre, roja, perra solar,
una curiosidad sin límites
acelera
su muerte.
3-
Escucho voces en el silencio
de la planicie o pampa.
Hablan las almas muertas y vivas
que han sido conmigo en mí.
Esa primera persona donde confluyen
río y mar, dos órdenes o filiaciones,
recuerda.
Se dice de mí: "por qué el tú".
Porque ahí nace el plural.
Estoy en el vestíbulo de mi ojo por primera vez.
Una pequeña judía de la estepa
que subsiste en el bosque consumiendo raíces
(se hizo quitar el lunar de la espalda porque su varón era lento e impresionable),
trató de entrar a la antigua luz
por la fuerza y prendió velas rústicas
para incendiar su lista de mortificaciones.
(declinar latines en lenguas de pastores;
habitar casas que otros habían olvidado incendiar).
Ese resto de sí era una horquilla de oro.
"Alondra", murmuraba.
Ninguna cosa era ya comestible
y sus maestros habían usado con ella
la vara de azotar.
(c) Alicia Silva Rey
Quilmes
Provincia de Buenos Aires
República Argentina
Inéditos, 2017.
Alicia Silva Rey nació en Quilmes, provincia de Buenos Aires, en 1950. Es docente de enseñanza primaria (maestra y bibliotecaria escolar).
Escribió: La mujercita del espejo (1985); Fragmento de correspondencias (1996-2003); Cartas a la iguana (2012); la Pared al Padre, novela (2013); “Lazos de amor”, relatos (2013); “Boleros”, 2015.
Publicó: La solitudine (Bs. As., CILC, 2009), (circa), Buenos Aires, Años Luz, 2014, Partes del campo (2015), Ediciones de la Eterna, Col. El carterista de Bresson, San Miguel de Tucumán- Buenos Aires, La mujercita del espejo (editada por primera vez en formato libro), Ediciones de la Eterna, Col. El carterista de Bresson, San Miguel de Tucumán – Buenos Aires, 2015; Orillos, editado en E-Book por Barnacle Libros, Buenos Aires, 2015 http://issuu.com/barnacle-book/docs/silvarey,
“En las vísperas del fin del verano”, Colección Poetas Argentinas, Biblioteca de las Grandes Naciones, País Vasco, España, 2016. E-Book http://www.calameo.com/books/004541853be8997637bf2
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